¡Saludos poéticos a todos!
Aquí va la poesía nº 1
2015/16 N.º 1
Leer juntos poesía
Un curso más vuelve Poesía para llevar, el
coleccionable de poesía que se difunde desde
la Biblioteca escolar de tu centro y que
quiere fomentar el gusto por la lectura de este
género entre todos los miembros de la
comunidad educativa.
Este año seguimos batiendo registros, y ya
somos 28 institutos de Aragón los que
participamos en este proyecto y compartimos
semanalmente el mismo poema.
Recuerda que todos los miércoles tienes la
oportunidad de degustar un poema distinto y
que también puedes leer el poema y ver otras
actividades en nuestro blog:
http://poesiaparallevar-ljp.blogspot.com.es/
¡Leamos juntos Poesía!
MAQUIAVELO EN SAN CASCIANO
José Ángel Valente (Orense, 1929 - Ginebra, 2000)
non temo la povertà, non mi sbigottiscie la morte.
(Carta a F. Vetori, diciembre 1513)
AL TORDO que madruga en los olivos
tiendo tempranas redes,
mientras dura setiembre
y un cielo gris apaga
el eco doble de esta pena
en pobreza y destierro.
Tengo un bosque
cuya madera hago talar, pues de tan poca
riqueza me sustento.
Los negocios de la República y los reyes
de España y Francia
o el gran Duque lejos están;
mas bueno fuera que alguien
pagase en este tiempo aquel saber de entonces.
Los leñadores en el bosque
disputan entre sí o ponen pleito
a más rudos vecinos,
mientras cierto Frosino da Panzano
arrebata mi leña por diez liras
que tiempo ha le debo, según dice,
de una partida en casa de Antonio Guicciardini.
Al carretero he acusado
como ladrón. Mas fue vano negocio.
Aquel saber de entonces, digo, a él he vuelto
por holgura de tiempo y de tristeza,
y he compuesto un opúsculo
cuyo destino ignoro, aunque tal vez me valga
ganancia, más favor o mudada fortuna.
Caído luego el día,
después de la comida familiar
apenas hecha de frutos de esta tierra,
en la taberna el juego
me aleja de lo mío
entre el sudor vulgar de las cartas usadas,
el agrio olor del huésped,
los gritos iracundos de mis nuevos amigos,
el carnicero del lugar,
un molinero a veces, menestrales
de craso vino y pan y harapientos bolsillos.
No hay en mí orgullo
ni vanidad sujeto a tal miseria,
y acaso la fortuna se avergüence
de haberme reducido a tan ruin destino.
Llega al cabo la noche.
Regreso al fin al término seguro
de mi casa y memoria.
Umbral de otras palabras,
mi habitación, mi mesa.
Allí depongo
el traje cotidiano polvoriento y ajeno.
Solemnemente me revisto
de mis ropas mejores
como el que a corte o curia acude.
Vengo a la compañía de los hombres antiguos
que en amistad me acogen
y de ellos recibo el único alimento
sólo mío, para el que yo he nacido.
Con ellos hablo, de ellos tengo respuesta
acerca de la ardua o luminosa
razón de sus acciones.
Se apaciguan las horas, el afán o la pena.
Habito con pasión el pensamiento.
Tal es mi vida en ellos
que en mi oscura morada
ni la pobreza temo ni padezco la muerte.
La memoria y los signos, 1960-1965 (en Punto cero. Poesía 1953-1979)
Este es un texto sobre la lectura. Desde su exilio en San Casciano, Maquiavelo
escribió una carta a Francesco Vettori, su benefactor y embajador de Florencia en
Roma. En ella le cuenta la vida vulgar que lleva en su retiro del campo, lejos de la
elegante y refinada Florencia. Pero, al llegar la noche, los libros…
José Ángel Valente escribió este poema siguiendo, casi literalmente, las palabras de
“Lo mejor es el mensaje final, explicando cómo la lectura le ayuda a evadirse de su
actual situación” (Sergio F., 3.º ESO).
“… supo encontrar una manera de alegrarse el día. Me ha impactado el hecho de
que se arreglase tanto para leer y tuviese tanto respeto por la lectura” (Silvia A., 3.º
“… para él los libros eran sus profesores de la vida” (Marta C., 3.º ESO).
“Este texto se debería usar para incitar a los niños y adolescentes a la lectura”
(Miguel E., 3.º ESO).
“El leer tiene que hacerse cada día, como el comer…” (Paula C., 3.º ESO).
Alumnos del IES Ramón J. Sender
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